Celebración de Rosh Hashaná
Rosh Hashaná se celebra el primero y el segundo día de Tishrei. Este año que se inicia, el 5769, empieza el lunes 29 de septiembre de 2008 al atardecer, cuando sale la primera estrella, continuando durante los días martes 30 de septiembre y miércoles 1° de octubre.
La celebración comienza al anochecer de la víspera con el sonido del shofar, un cuerno que llama a los judíos a la meditación, el auto-examen y el arrepentimiento. Es el primero de los días de oración, penitencia y caridad que terminan con el Yom Kippur (Día del Perdón), que este año comienza el 8 de octubre al anochecer.
También se lo conoce como el Día del Juicio y como el Día del Recuerdo porque, según la tradición, ese día Dios juzga a los hombres, abriendo tres libros: uno, con los malos (quienes quedan inscriptos y sellados para la muerte), otro, con los buenos (quienes quedan inscriptos y sellados para la vida) y, el tercero, para quienes serán juzgados en el Yom Kippur.
Rosh Hashaná (Cabeza del Año), junto con Yom Kipur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Fiestas austeras): son días de arrepentimiento e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales.
Rosh Hashaná marca el inicio de un nuevo ciclo, pero, a diferencia de otras culturas, no hay cohetes, ni petardos, ni fiestas multitudinarias, sino, por el contrario, hay un encuentro personal de cada ser humano con Dios.
En esta festividad, tan significativa para el pueblo judío, se recuerda la creación de aquel primer ser humano, instante preciso en el cual Dios se corona como Rey del Universo.
Por ello es que uno de los preceptos más importantes en estas fechas es escuchar los sonidos del shofar, un cuerno de carnero que es tocado durante los servicios religiosos en las mañanas de Rosh Hashaná.
Así como en la antigüedad se tocaban las trompetas cuando los reyes eran proclamados, del mismo modo, mediante el shofar, volvemos a proclamar a Dios como nuestro Rey.
Los alumnos de la 8a serie realizaron una charla en el Colegio, que conto con la participacion de todos los alumnos y profesores, en esta reunion se resalto que este es un período de introspección, de mirar hacia nuestro propio yo y ser capaces de vernos tal cual somos, con todas nuestras virtudes y con cada uno de nuestros defectos.
Este balance que cada individuo realiza resulta ser un ejercicio interesante para comenzar el nuevo año renovados y con nuestra alma limpia, con el objetivo de no caer en los mismos errores y así poder superarnos como seres humanos.
El Shofar que en cada uno de sus sonidos nos invita a reflexionar acerca de lo que hemos hecho y a intentar separarnos de la rutina, que en muchas ocasiones nos enceguece, para intentar cada día ser mejores personas.
Los alumnos del Colegio Isaac Rabin desean a todos que Dios nos conceda un año bueno y dulce como la miel.
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